Socioeconomic status refers to the family's social and economic standing in society. It is measured by combining an individual or group's economic and social position, which is often based on income, education, and occupation. It significantly affects academic performance and even one's health status. The pandemic changed the educational system, causing a huge transition from traditional learning methods to online learning. This shift resulted in confusion, burden, and difficulty among students from different walks of life. This study was conducted to (...) determine the academic stress on online learning among nursing students in relation to their economic status and their ability to access technology. The study utilized a quantitative-correlational method aided by a standard questionnaire. Two hundred thirty-six University of Bohol nursing students enrolled in the second semester of SY 2021–2022 were included in the study by random selection. Data revealed a significant correlation between economic status and the level of stress related to academic expectations and a significant correlation between economic status and access to technology after being subjected to the Spearman rho test of correlation. However, no significant correlation was found between access to technology and the respondents' level of academic stress. (shrink)

Learning to adapt to the new set of conditions that confound behavioral standards was made possible by the pandemic-driven change in the school system. Due to these conditions and the COVID-19 pandemic, students may experience behaviors like social media addiction and social anxiety that may affect their well-being or happiness. Thus, this study aims to investigate the effects of social media addiction and social anxiety on the happiness of tertiary students amidst the COVID-19 pandemic. The study was conducted on 316 (...) first-year college students utilizing Google forms to disseminate questionnaires. After utilizing Bergen Social Media Addiction Scale, Social Anxiety Scale, and Oxford Happiness Questionnaire, it was found that social media addiction (β = -0.30, p<.00) and social anxiety (β = -0.003, p<.00) has a significant negative effect on happiness. Therefore, the study recommended and designed a student wellness program that provides a range of recreational, healthimproving, self-esteem-boosting, and relationship-strengthening activities for students in order to mitigate the negative effects of problematic social media usage and social anxiety that negatively effect their happiness. (shrink)

(Tesis de Licencia en Filosofía. Moderador Alessandro Salucci, OP. Angelicum, Roma, Febrero 2006) -/- El problema causal está íntimamente ligado y nos lleva necesariamente al problema del ser, finito e infinito. Por tanto, no es un problema más en la filosofía. En la larga discusión que se planteó en el último período escolástico (fines del s. XIX y primera mitad del s. XX) las líneas de solución más originales las ha dado el p. Cornelio Fabro -/- Por lo tanto, nos (...) proponemos investigar su propuesta de solución. El p. Fabro defendía la necesidad de la dependencia causal a través de la noción de participación. Nuestro objetivo es por tanto hacer un análisis crítico de la postura del p. Fabro acerca de la dependencia causal como exigencia del ser participado, a través del estudio de algunas de sus obras más importantes al respecto. Buscamos respondernos por qué para el p. Fabro el ser participado exige una causa, y valorar sus argumentos. -/- Como hemos dicho, para nuestro trabajo nos valdremos ante todo del estudio de algunas de las obras más importantes del p. Cornelio Fabro con respecto a la causalidad. Nos referimos en concreto a tres de ellas: la primera, el artículo La difesa critica del principio di causa, donde el autor expone de un modo preciso la noción de participación como el fundamento de la justificación crítica del principio de causalidad. Las otras dos obras son La Nozione Metafisica di Partecipazione secondo San Tommaso d’Aquino, donde la noción de participación es puesta al centro de la metafísica tomista, como clave de bóveda de las tesis más características de la doctrina del Angélico; y Partecipazione e Causalità, obra en la cual el autor rescata el esse tomista original como fundamento de una metafísica de la causalidad. -/- Este estudio nos ha llevado a destacar la importancia de la noción de “ser que no es por sí” como noción esencialmente relacionada a la noción de participación y por otro lado cuasi necesaria para hacer el pasaje a la causa. (shrink)

En 1960 ingresaba José María Haro Salvador en la Real Academia Valenciana de Jurisprudencia y Legislación con un discurso titulado «Relaciones y fronteras entre la Caridad y la Justicia». Tomaba cuerpo ahí la experiencia dilatada de un jurista cuya pasión por lo social le había conducido de forma absolutamente natural desde su juventud hacia los problemas jurídicos relacionados con el mundo del trabajo y la promoción social de los obreros. Era en una época, además, marcada por un importante proceso de (...) institucionalización de organismos públicos, procedimientos y discursos sin referencia a los cuales no se entendería en muy buena medida la España del presente. En este proceso tuvo también José María Haro un papel decisivo, tanto por su labor en la magistratura del trabajo, de la que fue primer titular en la Valencia de la postguerra, como en el Instituto Nacional de Previsión (I. N. P.), cuya delegación provincial comenzó a presidir en 1950. Ahí encontró un canal extraordinario para la proyección de sus ideales sociales, germinados en el suelo del magisterio pontificio y de la tradición del catolicismo social que tan importante impulso recibió en Valencia entre los siglos XIX y XX, gracias a las figuras insignes del P. Antonio Vicent, Antonio y Rafael Rodríguez de Cepeda, Juan Reig Genovés y muchos otros. De todos ellos se declara en débito José María Haro a lo largo de las páginas que componen este libro, muchas de ellas publicadas hoy por primera vez, más de medio siglo después de su redacción. Sin duda el paso del tiempo se hará notar en muchas de estas ideas, que necesariamente deben ser leídas en su contexto. En estos últimos cincuenta años han sido enormes los cambios producidos en el terreno de las ideas tanto como en el de las instituciones. Las leyes se suceden, las obras se transforman, algunas incluso mueren, pero los principios permanecen, porque no tienen su fuente en las circunstancias, necesariamente variables, de nuestra condición histórica, ni en las orientaciones particulares de una determinada política o de un régimen. Al contrario, beben del Evangelio y del derecho natural, de cuya síntesis y vitalidad es todo este libro un penetrante y constante reclamo. (shrink)

From the beginning of the 16th century to the end of the 18th century, there were not less than ten philosophers who focused extensively on Venn’s ostensible analytical diagrams, as noted by modern historians of logic (Venn, Gardner, Baron, Coumet et al.). But what was the reason for early modern philosophers to use logic or analytical diagrams? Among modern historians of logic one can find two theses which are closely connected to each other: M. Gardner states that since (...) the Middle Ages certain logic diagrams were used just in order to teach “dull-witted students”. Therefore, logic diagrams were just a means to an end. According to P. Bernhard, the appreciation of logic diagrams had not started prior to the 1960s, therefore the fact that logic diagrams become an end the point of research arose very late. The paper will focus on the question whether logic resp. analytical diagrams were just means in the history of (early) modern logic or not. In contrast to Gardner, I will argue that logic diagrams were not only used as a tool for “dull-witted students”, but rather as a tool used by didactic reformers in early modern logic. In predating Bernhard’s thesis, I will argue that in the 1820s logic diagrams had already become a value in themselves in Arthur Schopenhauer’s lectures on logic, especially in proof theory. (shrink)

“Hay momentos en la vida en los que la cuestión de saber si se puede pensar distinto de como se piensa o percibir distinto de como se ve es indispensable para seguir contemplando o reflexionando” (Foucault, 2003, p. 8). Esta declaración foucaultiana es la que impulsa la voluntad genealógica que presenta este ensayo, así como su pretensión proyectiva para pensar hoy la educación. El momento filosófico crítico consiste en volver sobre las prácticas que día a día llevamos a cabo y (...) configuran nuestras vidas y nuestras instituciones. Este es necesario para realimentar y reorientar la savia de las instituciones, y especialmente la savia de nuestras instituciones académicas, suelo en el cual se teje la sustancia ética que posteriormente dará lugar a la articulación social. Si se aplica el elemento crítico que la actividad filosófica supone a la experiencia de la educación, entendiendo por ella la correlación dentro de una cultura entre campos de saber, tipos de normatividad y formas de subjetividad, podemos preguntarnos: qué es la educación y qué función desempeña hoy con respecto al ejercicio mismo del pensamiento en un contexto atravesado por las nuevas tecnologías y la IA. (shrink)

Aunque este volumen es un poco anticuado, hay pocos libros populares recientes que tratan específicamente con la psicología del asesinato y es una visión general rápida disponible por unos pocos dólares, por lo que aún así vale la pena el esfuerzo. No hace ningún intento de ser exhaustiva y es algo superficial en los lugares, con el lector se espera que llene los espacios en blanco de sus muchos otros libros y la vasta literatura sobre la violencia. Para una actualización, (...) véase, por ejemplo, Buss, El Manual de Psicología Evolutiva 2a Ed. v1 (2016) p 265, 266, 270 – 282, 388 – 389, 545 – 546, 547, 566 y Buss, Psicología Evolutiva 5º Ed. (2015) p 26, 96 – 97223, 293-4, 300, 309 – 312, 410 y Shackelford y Hansen , La evolución de la violencia (2014). Ha estado entre los mejores psicólogos evolutivos durante varias décadas y cubre una amplia gama de comportamientos en sus obras, pero aquí se concentra casi enteramente en los mecanismos psicológicos que causan que las personas individuales asesinen y sus posibles función evolutiva en el EEE (medio ambiente de adaptación evolutiva — i. e., las llanuras de África durante los últimos millones de años). -/- Los Buss comienzan señalando que como con otros comportamientos, las explicaciones ' alternativas ' como la psicopatología, los celos, el entorno social, las presiones grupales, las drogas y el alcohol, etc. no explican realmente, ya que la pregunta sigue siendo en cuanto a por qué estos producen impulsos homicidas, es decir, son las causas próximas y no las últimas evolutivas (genéticas). Como siempre, inevitablemente se reduce a la aptitud inclusiva (selección de parientes), y por lo tanto a la lucha por el acceso a los compañeros y recursos, que es la máxima explicación para todos los comportamientos en todos los organismos. Los datos sociológicos (y el sentido común) aclaran que los machos más pobres son los más propensos a matar. Él presenta sus propios y otros datos de homicidios de las naciones industrializadas, y las culturas tribales, la matanza conespecífica en animales, la arqueología, los datos del FBI y su propia investigación sobre las fantasías homicidas de las personas normales. Mucha evidencia arqueológica continúa acumulando asesinatos, incluyendo el de grupos enteros, o de grupos menos mujeres jóvenes, en tiempos prehistóricos. -/- Después de examinar los comentarios de Buss, presento un breve resumen de la psicología intencional (la estructura lógica de la racionalidad), que se cubre extensamente en mis muchos otros artículos y libros. -/- Aquellos con mucho tiempo que quieran una historia detallada de violencia homicida desde una perspectiva evolutiva pueden consultar a Steven Pinker ' los mejores ángeles de nuestra naturaleza por qué la violencia ha disminuido ' (2012), y mi revisión de ella, fácilmente disponible en la red y en dos de mis libros recientes. Brevemente, Pinker señala que el asesinato ha disminuido de manera constante y dramática por un factor de alrededor de 30 desde nuestros días como forrajeras. Por lo tanto, a pesar de que las armas ahora hacen que sea extremadamente fácil matar a alguien, el homicidio es mucho menos común. Pinker piensa que esto se debe a varios mecanismos sociales que traen a cabo nuestros "mejores ángeles", pero creo que se debe principalmente a la abundancia temporal de recursos de la violación despiadada de nuestro planeta, junto con una mayor presencia policial, con la comunicación y sistemas de vigilancia y jurídicos que hacen que sea mucho más probable que sea castigado. Esto se hace claro cada vez que hay incluso una ausencia breve y local de la policía. -/- Aquellos que deseen un marco completo hasta la fecha para el comportamiento humano de la moderna dos sistemas punto de vista puede consultar mi libros Talking Monkeys 3ª ed (2019), Estructura Logica de Filosofia, Psicología, Mente y Lenguaje en Ludwig Wittgenstein y John Searle 2a ed (2019), Suicidio pela Democracia 4ª ed (2019), La Estructura Logica del Comportamiento Humano (2019), The Logical Structure de la Conciencia (2019, Entender las Conexiones entre Ciencia, Filosofía, Psicología, Religión, Política y Economía y Delirios Utópicos Suicidas en el siglo 21 5ª ed (2019), Observaciones sobre Imposibilidad, Incompletitud, Paraconsistencia, Indecidibilidad, Aleatoriedad, Computabilidad, Paradoja e Incertidumbre en Chaitin, Wittgenstein, Hofstadter, Wolpert, Doria, da Costa, Godel, Searle, Rodych Berto, Floyd, Moyal-Sharrock y Yanofsky y otras. (shrink)

Esta obra compila los estudios presentados en las I Jornadas de Filosofía del Instituto CEU de Humanidades Ángel Ayala y está prologada por Abelardo Lobato, O. P. Los filósofos tienen el deber de buscar y alcanzar la verdad apelando a las fuerzas de la razón, la cual, por cierto, no impide otras vías genuinas de conocimiento, como la fe. La búsqueda intelectual exige un trabajo de análisis que debe afinarse ante las obcecaciones que a menudo se interponen en el horizonte (...) de la existencia humana. En no pocos momentos de la historia ha habido claudicaciones generalizadas ante esa búsqueda, olvidos más o menos conscientes de que las verdades se alcanzan si se mantiene la esperanza de sabiduría y el amor a ella. El relativismo y el escepticismo se presentan casi como el polo opuesto de esa esperanza y ese amor; como una consecuencia de la “con-fusión” cultural, de las mentiras interesadas y de la desidia moral de algunas sociedades. La nuestra, la europea occidental, es una de ellas. El relativismo afecta al modo de pensar y de comportarse del hombre y es habitual que le lleve por vericuetos que a la postre terminan dañándole a él y a sus congéneres. En este libro se analizan algunos errores que han llevado a suscribir las tesis del relativismo y a rechazar la posibilidad de dar con algunas verdades comunes para todos. La obra tiene dos partes, una histórica y otra temática. Las páginas con enfoque histórico estudian las tesis que sobre el relativismo han mantenido algunos pensadores o corrientes de la filosofía. De su lectura se puede extraer la conclusión de que el fenómeno del relativismo es tan viejo y tan actual como el propio hombre y su apertura inteligente a la verdad. Filósofos de la época antigua de la talla de Protágoras, Pirrón o los “Académicos” coetáneos de San Agustín; modernos como Descartes; contemporáneos como Wittgenstein o Kuhn han dejado huellas que luego abrieron el camino hacia un régimen de pensamiento en que el hombre abandona la posibilidad de admitir verdades universales. Algunos argumentos favorables al relativismo —y, más aún, algunas actitudes “propedéuticas” de él— se han ido instalando culturalmente hasta consolidarse de manera cada vez más indiscutida. La segunda parte analiza el relativismo de forma temática, como un asunto abordable desde las diversas ramas del saber filosófico. Así, se tratan las repercusiones que tiene esta forma de pensamiento en la pragmática, la lógica, la estética o la religión, y se intentan desenmascarar los tópicos y falsos argumentos que justifican un comportamiento ético o religioso “abierto a todas las opciones”. (shrink)

REPRODUÇÃO ANIMAL: TRANSFERÊNCIA DE EMBRIÕES EM ANIMAIS, E A INDÚSTRIA DE EMBRIÕES NO BRASIL -/- ANIMAL BREEDING: EMBRYO TRANSFER IN ANIMALS, AND THE EMBRYO INDUSTRY IN BRAZIL Apoio: Emanuel Isaque Cordeiro da Silva Departamento de Zootecnia da UFRPE E-mail: [email protected] WhatsApp: (82)98143-8399 -/- 1. INTRODUÇÃO A técnica da inseminação artificial tornou possível aumentar o impacto na descendência de touros geneticamente superiores em termos de produção láctea das filhas. Com a transferência de embriões é possível aumentar o impacto da fêmea sobre (...) a população das filhas. A transferência de embriões data de 1890, ano em que Heape obteve o nascimento de coelhos transferindo ovócitos fecundados de uma fêmea para outra. A partir de 1930, é repetida uma série de experiências para desenvolver a técnica e aplicá-la em ovinos, caprinos (1934) e bovinos (1951) como espécies mais idôneas para a reprodução. A Inglaterra e os Estados Unidos estabeleceram as bases para o comércio de embriões durante os anos sessenta e setenta. De forma resumida, a transferência de embriões implica na estimulação da produção de ovócitos mediante a aplicação de hormônios: cerca de 6-8 dias após a cobrição dessas fêmeas ou da sua inseminação artificial, os óvulos fertilizados são extraídos dos órgãos genitais da fêmea doadora por perfusão ou lavagem com soluções biológicas controladas e testadas, originando-se uma deposição dos gametas fecundados nas fêmeas receptoras que serão encarregadas de levar adiante a gestação e o parto sem influência sobre as produções do novo indivíduo. 2. MANEJO DAS FÊMEAS DOADORAS É relativamente fácil obter um embrião, uma vez que pode origina-se a partir do cio natural das vacas cíclicas. No entanto, a fim de otimizar a técnica, o normal é «superovular» a fêmea doadora e obter um número superior de gametas fecundadas após cada lavagem ou perfusão das genitais. A maioria das fêmeas doadoras são tratadas com gonadotrofinas (PMSG) ou com hormônios estimuladores da foliculogênese (FSH). Estes hormônios invertem a atresia normal de folículos permitindo uma maturação, que em condições normais não se realizaria. O mecanismo exato do funcionamento destas hormonas não é totalmente claro. A superovulação multiplica por um fator de 10 o número de ovócitos recuperados no caso das vacas, ovelhas e cabras, mas apenas por um fator 2 ou 3 no caso das porcas. Existe um acordo geral sobre a utilização das gonadotrofinas; a PMSG deve ser aplicada durante a transição da fase luteica para a folicular, ou seja, no 16º dia do ciclo. As doses de gonadotrofinas variam entre 1500 e 3000 UI em bovinos, aumentando a resposta e a variabilidade individual com o aumento da dose. A resposta ao tratamento varia de acordo em função de diversos fatores. Neste contexto, merecem especial atenção a espécie, a raça, a época e a conformação corporal do animal, bem como o lote de fabricação da preparação hormonal (quadro 7.1). Estudos demonstram que, nos bovinos, as raças de corte respondem melhor ao tratamento do que as raças leiteiras. Tabela 1: Doses de gonadotrofinas em UI -/- Espécie Dia do ciclo Crescimento folicular_ ___ PMSG FSH Ovulação _____ PMSG FSH Bovinos 8 – 10 1500 – 3000 20 – 50 1500 – 2000 75 – 200 Caprinos 16 – 17 1000 – 1500 12 – 20 1000 – 1500 50 – 75 Ovinos 12 – 14 1000 – 2000 12 – 20 1000 – 1500 50 – 75 Suínos 15 – 17 750 – 1500 10 – 20 500 – 1000 25 – 50 Coelhos — 25 – 75 2 – 3 25 – 75 2 – 3 Fonte: HAFEZ, 2004. O FSH também é utilizado para superovulação em várias espécies. Nos ovinos, injetam-se 2 mg desta hormona 12 horas antes da retirada das esponjas, aplicando-se mais três injeções, com um intervalo de 12 horas, até 24 horas após a retirada das esponjas, o que corresponde a um total de 8 mg de FSH injetados por tratamento e animal. Às vezes, e dependendo do país, existem dificuldades para a obtenção desse hormônio em condições de pureza adequada para que o tratamento proporcione o resultado esperado. Nas vacas dadoras devem ter passado mais de 50 dias após o último parto: também ser animais cíclicos, encontrar-se num nível nutricional elevado e em aumento, sem deficiências especificas alimentares. Existe uma indicação de suplementação das fêmeas doadoras com minerais essenciais antes do tratamento. 3. OBTENÇÃO DE EMBRIÕES Uma vez as fêmeas doadoras inseminadas, entre o sexto e o oitavo dia, procede-se a coleta dos embriões. Para isso, atualmente se utilizam cateteres de obtenção transcervical (tipo Foley, Rusch. etc.) munidos de uma bola insuflável na sua extremidade que permite criar um compartimento estanque na parte distal do córneo uterino e proceder ao arrasto dos embriões ali localizados. Para obter esta «lavagem» utiliza-se uma solução aquosa tamponada: o meio mais frequentemente utilizado é o tampão fosfato salino (PBS: pH = 7; PO = 280 - 290 mOsm/kg) suplementado com antibióticos e proteínas. Depois de recuperado o meio de lavagem, os embriões devem ser isolados do volume total, avaliados segundo critérios do Manual da Sociedade Internacional de Transferência de Embriões de acordo com seu estado de desenvolvimento. Código numérico para determinar o grau de desenvolvimento embrionário: N° 1: ovócito não fertilizado ou embrião de uma célula (1 dia). N° 2: Identifica embriões com 2 a 16 células (2-4 dias). N° 3: Identifica mórulas adiantadas (5-6 dias). N° 4: Identifica mórulas compactas de 6 dias de idade. N° 5: blastocisto adiantado (7 dias). N° 6: blastocisto (7-8 dias). N° 7: blastocisto expandido (8-9 dias). N° 8: blastocisto eclodido (9 dias) a partir do nono ou décimo dia o blastocisto já está fora da zona pelúcida. Além da classificação por estado de desenvolvimento, a referida Sociedade Internacional estabeleceu uma categorização dos embriões com base na qualidade dos mesmos. Assim os denomina: 1: excelente; 2: bom; 3: regular; 4: degenerado. Segundo as investigações de diversos autores especialistas no tema não devem ser transferidos embriões que não tenham sido classificados como excelentes ou bons. A obtenção dos embriões pode ser realizada em uma clínica, em unidades móveis especializadas, ou na própria fazenda. Em todo o caso, a doadora não deve apresentar quaisquer sintomas clínicos de doença, sendo esta responsabilidade direta do veterinário. O rebanho de onde provém a doadora deve estar livre de medidas cautelares sanitárias. Os técnicos devem estar adequadamente limpos e preparados para esta atuação, em um lugar tranquilo e que permita a colocação de equipamentos e material em condições limpas e seguras. 4. TÉCNICAS DE TRANSFERÊNCIA DE EMBRIÕES Recomenda-se que os embriões sejam transferidos o mais rápido possível depois da recuperação. A fêmea receptora deve apresentar um ambiente uterino o mais semelhante possível ao da fêmea doadora. Isto quer dizer que a receptora também será mantida num sistema de sincronização para que coincida o mais possível o estágio de desenvolvimento embrionário com seu correspondente estado uterino. A margem de assincronia para evitar efeitos indesejáveis é de ± 24 horas. Os métodos hormonais de sincronização são análogos aos das doadoras. As técnicas para a deposição dos embriões no seu novo habitat podem ser igualmente cirúrgicas e não cirúrgicas, mas devido aos problemas do uso de anestésicos em técnicas cirúrgicas, as transferências foram direcionadas para modelos não-cirúrgicos ou transcervicais. Este método é baseado na utilização do colo uterino de forma análoga como é realizada na inseminação artificial. Devido às relações entre o embrião e o ovário, as porcentagens de fertilidade são aumentadas ao serem depositadas no corno ipsilateral no ovário que se encontra ativo. A utilização desta técnica implica na obtenção de mais fêmeas gestantes. O uso de novilhas como fêmeas receptoras aumenta também a taxa de gestações a partir de uma maior facilidade de manejo, uniformidade na resposta hormonal e um custo mais baixo. O fator humano ou habilidade do técnico que realiza esta técnica também constitui um fator que influencia decisivamente no êxito da transferência, encontrando-se variações de 20 a 60% devidas a este fator. 5. CONTROLES SANITÁRIOS Com a utilização da inseminação artificial, verificou-se que, embora as tecnologias reprodutivas colaborativas fossem mais avançadas em termos de técnicas destinadas a aumentar a produtividade individual, da mesma forma, podem constituir um perigo de contaminação e de dispersão de doenças estrangeiras para o grupo ou rebanho para onde são transferidos os novos genes. Neste contexto, a transferência embrionária (TE) deve realizar-se tendo em conta os riscos que pode implicar uma manipulação inadequada. Uma vez mais, a Sociedade Internacional (IETS) na Reunião Regional da OIE (Oficina Internacional de Epizootias) estabeleceu as normas em 1985 para que a TE pudesse ser utilizada como meio para controle de doenças na pecuária. Para que a utilização da TE se realize sem risco para a saúde, é necessário ter em conta um certo número de regras e condições específicas que evitem os riscos de contaminação. O embrião está separado do meio externo por três barreiras de proteção: o corpo da mãe, o útero por si só e a terceira, e mais importante, pela zona pelúcida, a qual nos animais domésticos tem demonstrado ser totalmente impermeável a qualquer elemento patogênico, desde que fique intacta. Portanto, o risco de contaminação dos embriões pode vir por duas vias diferentes: a) Fatores extrínsecos - por invasão dos agentes patogênicos na cavidade uterina principalmente. Isto está relacionado com o estado sanitário médio do país, região ou rebanho de origem. b) Fatores intrínsecos - Segundo Thibier podemos considerar diferentes fontes potenciais de contaminação, que segundo o risco sanitário se classificam nas seguintes ordens: 1° Zigoto. 2° Penetração. 3° Absorção. 4° Armazenamento. 5° Exame. 6° Transferência. Os esforços para que os embriões se tornem livres de contaminação devem ser semelhantes aos que são efetuados com os animais vivos e com as doses seminais. O momento mais perigoso encontra-se entre a coleta das células fecundadas e a sua deposição, após seu exame, no trato reprodutivo da receptora. As condições em que o referido processo deve ser realizado encontram-se detalhadas no manual da Sociedade Internacional de Transferência de Embriões (IETS). 6. REGRAS DA IETS A transferência de embriões é a via mais segura para a troca de genes. No entanto, os técnicos devem esforçar-se por manter todas as regras e normas sanitárias para que a coleta e a manipulação dos embriões se realizem sob condições de absoluta garantia higiênica e sanitária. A transferência embrionária implica, pela primeira vez na história da medicina veterinária, que a vigilância sanitária não se aplica estritamente ao animal, uma vez que, na sua fase "in vitro", está inteiramente sob o controle do técnico. Por conseguinte, não haverá futuro para este tipo de biotecnologia se, paralelamente, não houver um elevado nível de garantia de que não «servirá» para não disseminar ou difundir doenças. As conclusões da Sociedade Internacional de Transferência de Embriões (IETS) na sua reunião anual de 14 de Janeiro de 1992 estabelecem, tendo em conta a revisão efetuada em 1991 pela Subdireção de Investigação e pelo Comitê de Importação e Exportação, uma classificação das doenças. Esta classificação corresponde às seguintes categorias: Categoria 1 - Doenças ou agentes de doenças para as quais foram recolhidas provas suficientes para afirmar que o risco de transmissão é negligenciável, desde que os embriões sejam corretamente manipulados entre a coleta e a transferência: a) Leucose bovina enzoótica. b) Febre aftosa (bovinos). c) Língua azul (bovinos). d) Brucelose bovina. e) Rintraqueíte infecciosa bovina. f) Doença de Aujeszky. Categoria 2 - Doenças para as quais foram recolhidas provas substanciais que indicam que o risco de transmissão é insignificante, desde que os embriões sejam corretamente manipulados entre a coleta e a transferência, mas para as quais é necessário verificar os dados existentes através de novas transferências: a) Peste suína clássica. Categoria 3 - Doenças ou agentes de doenças para as quais os resultados preliminares indicam que o risco de transmissão é insignificante, desde que os embriões sejam corretamente manipulados, entre a coleta e a transferência, mas para os quais essas verificações preliminares devem ser corroboradas por dados experimentais complementares "in vitro" e "in vivo": a) Peste bovina. b) Diarreia viral bovina. c) Língua azul (ovinos). d) Febre aftosa (suínos, ovelhas e cabras). e) Campylobacter fetus (ovinos). f) Doença vesicular do porco. g) Peste suína africana. h) Prurido lombar (ovinos). i) Haemophilus somnus. Categoria 4 - Doenças ou agentes de doenças que foram ou são objeto de trabalhos preliminares: a) Vírus Akabane (bovino). b) Estomatite vesicular (bovinos e suínos). c) Chlamydia psittaci (bovinos e suínos). d) Ureaplasma/micoplasmose (bovinos e caprinos). e) Maedi-visna (ovino). f) Adenomatosa pulmonar (ovino). g) Prurido lombar (caprinos). h) Língua azul (caprinos). i) Artrite e encefalite caprina. j) Parvovírus (suíno). k) Enterovírus (bovinos e suínos). I) Leptospirose (suíno). m) Herpesvírus 4 dos bovinos. n) Mycobacterium paratuberculose (bovinos). o) brucelose ovina. p) Doença de Border (ovinos). q) Vírus parainfluenza 3 (bovinos). r) Agente da encefalopatia espongiforme bovina. É interessante salientar que apenas seis doenças estão incluídas na categoria 1 (a mais segura). Isso não significa que as outras doenças tenham um risco maior, apenas indica que o risco de transmissão das doenças da categoria 1 é irrelevante, estatisticamente falando. É importante assinalar que as doenças mais importantes dos bovinos se situam na categoria 1. Isto significa que a incidência do embrião patogênico nos bovinos parece ser perfeitamente controlável, desde que sejam adotadas metodologias adequadas. Isto serve também como linha de defesa adicional para que o técnico centre sua atenção e cuidados entre a fase de obtenção e a de transferência. 7. SITUAÇÃO ATUAL DA TRANSFERÊNCIA DE EMBRIÕES ANIMAIS NO BRASIL O Brasil é um dos grandes responsáveis mundiais pela implantação da tecnologia na reprodução animal, sendo assim, o país conseguiu inserir-se no mercado internacional como um dos maiores produtores de embriões in vivo e in vitro. Nas últimas duas décadas, especialmente entre os anos de 1997 e 2017 o país passou por importantes transformações nesse segmento, dentre essas transformações vale destacar a posição relativa do Brasil no contexto mundial. O Brasil passou de referência regional, nos anos 1990, para se tornar o maior produtor mundial de embriões entre os anos 2012 e 2013, sendo líder no uso e na produção de embriões in vitro. Os primeiros registros da TE produzidos in vivo no Brasil datam da década de 1980, e uma década depois o país já tornara-se referência e detinha um mercado consolidado de produção e TE na espécie bovina. Não obstante, no ano de 1997 o país ainda era referência apenas no contexto regional, detendo 68,3% dos embriões transferidos na América Latina, esse percentual corresponde a 24.085 embriões de um total de 35.254 produzidos na América Latina. Esse percentual regional representa apenas 6,6% de toda a produção mundial de embriões in vivo, que produziu, em 1997, 360.656 embriões in vivo. Nos últimos anos, o mercado de embriões, principalmente o bovino, teve retração moderada de -2,5% ao ano entre 2003 e 2018, porém essa retração contrasta com o ligeiro crescimento observado a partir dos anos 2000 conforme figura 1: Figura 1: Produção de embriões bovinos no Brasil no período 1996-2018, total e por tecnologia adotada (in vivo[IVD] ou in vitro [IVP]). Em 2018, o mercado de embriões bovinos manteve-se inalterado se compararmos com os três anos anteriores, houve reduções nós segmentos de corte, leite e no total comparado ao ano de 2017. Em 2014, a produção de embriões para melhoramento do gado leiteiro teve seu ápice, porém de lá para cá esse mercado manteve-se estagnado como demonstra a tabela 2. Tabela 2: Produção de embriões bovinos no Brasil em 2018, estratificada por segmento e por tecnologia adotada (in vivo ou in vitro). 7.1 Crise, economia e mercado de embriões A indústria de embriões reflete, em maior ou menor grau, o momento da economia brasileira. Apesar do segmento agropecuário ser um setor em constante crescimento no país, ao qual, sem dúvidas, em meio a inúmeras crises mantém-se em constante crescimento. Porém vale ressaltar que esse mercado é emergente e está refletido em paralelo com os bens produzidos pelo país, como demonstra a figura 2. Figura 2: Produção de embriões bovinos e variação no produto interno bruto (PIB) no Brasil, no período 1996-2018. Cada vez mais o setor agropecuário do Brasil investe em novas tecnologias que maximizem o mercado e que melhore a produção dos animais seja no segmento corte ou leite. Segundo a OCDE, 1997, essa indústria da produção de embriões é um conjunto de novas técnicas e processos, frutos do desenvolvimento técnico-científico, que chega ao mercado e - o mais importante - o transforma. Logo, todas essas técnicas e biotecnologias visam, além da alta produção e do lucro, o melhoramento e a suplementação alimentícia da população mundial que está em crescente avanço. A evolução da tecnologia embrionária no país, seja para o melhoramento dos equinos para os esportes como as vaquejadas, hipismo, corridas, etc., onde são investidos tempo, dedicação e dinheiro para formar um novo animal que apresente força, conformação, conversão alimentar e que custa milhões, em muitos casos, não só dos equinos, mas também dos caprinos, ovinos, suínos e até mesmo os bovinos onde o mercado da TE é mais presente e aquecida, venceu os estigmas do “modismo” e o chamado “elitismo”, porém deve enfrentar novos desafios, em especial num contexto de forte concentração do mercado de genética e de concorrência globalizada. Mesmo com todos esses avanços e retrocessos, essa relativização dos números demonstra que um percentual bastante reduzido das fêmeas bovinas que estão em idade reprodutiva é utilizado para a técnica da transferência de embriões, e que o mercado brasileiro ainda tem um grande potencial de crescimento no setor de produção in vivo e in vitro. 8. RESUMO E PRIMEIRAS CONCLUSÕES Ao longo deste trabalho pretendi realizar uma revisão sumária sobre um tema de grande importância presente, e sobretudo futura; referir-me à transferência embrionária. Atualmente, esta técnica atingiu um grau notável de penetração, a nível prático, no gado leiteiro. No entanto, num futuro mais ou menos longínquo, não temos dúvidas quanto a esta técnica, pelas vantagens indubitáveis que apresenta a nível de avanço genético, que será aplicada em outras espécies úteis ao homem. Na minha exposição, tentei dar especial ênfase a dois aspectos: as técnicas de transferência, incluindo as normas IETS e os controles sanitários a serem efetuados. Por fim, a indústria brasileira de embriões mostrou-se em retrocessos e avanços, porém o mercado ainda têm grandes desafios a serem enfrentados ao longo dos anos, mas que serão sanados mediante as técnicas desenvolvidas pelos inúmeros centros de pesquisa embrionárias e seus especialistas. -/- Realização -/- Emanuel Isaque Cordeiro da Silva – Departamento de Zootecnia da UFRPE. Recife, 2020. REFERÊNCIAS BIBLIOGRÁFICAS -/- BALL, Peter JH; PETERS, Andy R. Reproduction in cattle. Nova Jersey: John Wiley & Sons, 2008. BARUSELLI, Pietro Sampaio et al. Sêmen sexado: inseminação artificial e transferência de embriões. Revista Brasileira de Reprodução Animal, v. 31, n. 3, p. 374-381, 2007. BRACKELL, B. G.; JR SEIDEL, G. E.; SEIDEL, S. Avances en zootecnia nuevas técnicas de reproducción animal. Zaragoza: Acribia, 1988. COLE, H. H.; CUPPS, P. T. Reproduction in domestic animals. 1ª ed. Londres: Academic Press, 1977. CURTIS, John L. et al. Cattle embryo transfer procedure. An instruction manual for the rancher, dairyman, artificial insemination technician, animal scientist, and veterinarian. Londres: Academic Press, Inc., 1991. DA SILVA, Emanuel Isaque Cordeiro. Fisiologia da Reprodução Animal: Ovulação, Controle e Sincronização do Cio. Disponível em:. Acesso em: Março de 2020. DA SILVA, Emanuel Isaque Cordeiro. Fisiologia da Reprodução Animal: Fecundação e Gestação. Disponível em:. Acesso em: Março de 2020. DE LA FUENTE, J. Manipulación de embriones en ganado vacuno. Bovis, n. 58, p. 51-61, 1994. GIBBONS, A.; CUETO, M. Manual de transferencia de embriones ovinos y caprinos. Bariloche: Inta, 2013. GONÇALVES, Paulo Bayard Dias; DE FIGUEIREDO, José Ricardo; DE FIGUEIRÊDO FREITAS, Vicente José. Biotécnicas aplicadas à reprodução animal. São Paulo: Editora Roca, 2008. GONÇALVES, Rômany Louise Ribeiro; VIANA, João Henrique Moreira. Situação atual da produção de embriões bovinos no Brasil e no mundo. In: Embrapa Recursos Genéticos e Biotecnologia-Artigo em anais de congresso (ALICE). Revista Brasileira de Reprodução Animal, v. 43, n. 2, p. 156-159, abr./jun. 2019., 2019. HAFEZ, E. S. E.; HAFEZ, B. Reprodução animal. São Paulo: Manole, 2004. HOPPER, Richard M. (Ed.). Bovine reproduction. Nova Jersey: John Wiley & Sons, 2014. PÉREZ PÉREZ, F.; PÉREZ GUTIÉRREZ, F. Reproducción animal, inseminación animal y transplante de embriones. Barcelona: Cientifico-medica, 1985. MANSOUR, R. T.; ABOULGHAR, M. A. Optimizing the embryo transfer technique. Human reproduction, v. 17, n. 5, p. 1149-1153, 2002. MARTINS, Carlos Frederico. O impacto da transferência de embriões e da fecundação in vitro na produção de bovinos no Brasil. Embrapa Cerrados-Artigo de divulgação na mídia (INFOTECA-E), 2010. REFERÊNCIAS BIBLIOGRÁFICAS MCKINNON, A. O.; SQUIRES, E. L. Equine embryo transfer. Veterinary Clinics of North America: Equine Practice, v. 4, n. 2, p. 305-333, 1988. PALMA, G. A.; BREM, G. Transferencia de los embriones. GA Palma & G. Brem. Transferencia de embriones y biotecnología de la reproducción en la especie bovina. Ed. Hemisferio Sur. Buenos Aires, Argentina, p. 143-161, 1993. SCHOOLCRAFT, William B.; SURREY, Eric S.; GARDNER, David K. Embryo transfer: techniques and variables affecting success. Fertility and sterility, v. 76, n. 5, p. 863-870, 2001. SEIDEL, George E. Superovulation and embryo transfer in cattle. Science, v. 211, n. 4480, p. 351-358, 1981. STRINGFELLOW, D. A.; SEIDEL, S. M. Manual of IETS. Savoy IL: IETS, p. 103-130, 1998. STRINGFELLOW, D. A. Manual da sociedade internacional de transferência de embriões. Brasília: Sociedade Brasileira de Transferência de Embriões (SBTE), 1999. THIBIER, M.; NIBART, M. Disease control and embryo importations. Theriogenology, v. 27, n. 1, p. 37-47, 1987. VIANA, J. H. M. Produção e transferência de embriões bovinos em 2018. In: Jornal o embrião. Edição 64, ano 33. Brasília: SBTE, 2019. -/- . (shrink)

En este artículo se expone una forma de interpretar la frase de Heidegger “la ciencia no piensa” (GA 8, p. 9), de modo tal que a través de ella el autor distingue el quehacer científico y filosófico, a la vez que expone la naturaleza reflexiva o autoconsciente de esta. Con lo cual, se sostendrá que el pensamiento de Heidegger se enmarca en una cierta tradición de pensamiento socrático-kantiano que considera la naturaleza eminentemente autoconsciente de la filosofía a partir de (...) la que se vincula con ella misma (la filosofía) y con nosotros mismos a través de ese ejercicio. (shrink)

Comentaba en el Prólogo a la 1ª edición que nos cuesta distinguir las técnicas de los métodos y aceptar que la buena investigación clínica es la que se realiza con método riguroso. Este método reposa en cuatro pilares: que la pregunta o cuestión formulada sea relevante, que esté enunciada de manera precisa y operativa, que sea abordada o respondida con el mejor medio disponible en cada circunstancia, y que evite redundancias o repeticiones de cuestiones que ya han sido examinadas por (...) otros investigadores. Añadía que es imprescindible una dosis de curiosidad y de entusiasmo por lo que se examina. Como se ha dicho con frecuencia, el ensayo clínico es, entre los métodos de investigación clínica, el "patrón oro", el que, gracias a su característica inherente (la distribución aleatoria), está sujeto a menores posibilidades de sesgos. Esta consideración no ha cambiado. Sin embargo, mayor validez interna del método no implica mayor relevancia de los resultados obtenidos. Actualmente es común examinar protocolos de ensayos clínicos bien diseñados, cuyo "único" problema es que pretenden evaluar aspectos de escaso interés farmacológico, terapéutico, epidemiológico o sanitario. ¿Qué interés tiene la evaluación del quinto fármaco de una serie en una indicación para la que ya hay cuatro análogos que le han precedido en su desarrollo? ¿Qué interés tiene la evaluación de un nuevo hipocolesterolemiante o de un nuevo fármaco para la osteoporosis si no se conocen, respectivamente, el impacto de la hipercolesterolemia como factor de riesgo de cardiopatía isquémica o la epidemiología de las fracturas en mujeres postmenopáusicas en nuestro medio? En relación con estos ejemplos, tendría mucho más interés conocer los determinantes epidemiológicos y la historia natural de la cardiopatía isquémica en nuestro medio y conocer la epidemiología de las fracturas "espontáneas" y su impacto sobre la demanda asistencial; para ello serían de mucha utilidad métodos de investigación cuya validez intrínseca podría ser considerada "subóptima" en comparación con el ensayo clínico. En los últimos años ha irrumpido con fuerza en numerosísimas publicaciones el concepto de la "medicina basada en pruebas". Esta moda refleja en parte la importancia que de manera creciente reguladores e industria farmacéutica han concedido a los ensayos clínicos: se ha alcanzado un consenso global sobre la necesidad de demostrar la "eficacia" de los nuevos medicamentos por medio de ensayos clínicos controlados. De este modo, los organismos reguladores y autoridades sanitarias exigen ensayos clínicos como uno de los elementos necesarios para obtener el registro de un nuevo medicamento. Como consecuencia, se realizan y publican muchos más ensayos clínicos que antaño, y actualmente se pueden encontrar ensayos que sustentan la eficacia de la mayoría de los medicamentos disponibles en indicaciones específicas. Si hace unos años bastaba con examinar si había ensayos clínicos que demostraran la eficacia de un determinado medicamento antes de adoptarlo como uno de los de uso común (o de incluirlo en el formulario de un hospital), en la actualidad estas decisiones son más complejas, y se basan sobre todo en una consideración atenta de los objetivos, los métodos y los resultados de cada ensayo o de otros estudios destinados a evaluar eficacia, seguridad, conveniencia o comodidad y coste. Un buen clínico debe saber a la vez leer críticamente las publicaciones científicas y producir información relevante. Leer críticamente significa evaluar la pertinencia de los problemas investigados, los métodos aplicados y la interpretación de los resultados obtenidos. Producir información relevante implica saber identificar los problemas que deben y pueden ser objeto de investigación, formularlos, y ser protagonista (generalmente como parte de un equipo) de la elaboración del plan de investigación. En los últimos años se han publicado varios textos similares al que tiene en sus manos, todos ellos de gran calidad. El presente no pretende ser el más exhaustivo, sino sobre todo interesar a los profesionales sanitarios en el apasionante campo de la investigación clínica, en su sentido más amplio, estimulando la autonomía del lector para investigar un problema o una situación, y para aprender a leer las publicaciones científicas clínicas. Su lectura debe contribuir a que términos como "doble ciego", "p<0,05", "casos y controles", etc. dejen de ser fetiches-misterios, para convertirse en herramientas conceptualmente sencillas, útiles para la evaluación de la actividad asistencial. Esta nueva edición está muy ampliada respecto a la anterior. Se han reorganizado las generalidades sobre los objetivos y métodos de la investigación clínica, se han ampliado algunos aspectos del ensayo clínico, como el análisis de subgrupos, los aspectos estadísticos y éticos y las publicaciones sobre ensayos clínicos, se han añadido cuatro nuevos capítulos, sobre efectividad y eficacia, metaanálisis, ensayos en un solo paciente y farmacoeconomía, y el Glosario ha sido revisado y ampliado (sobre todo con términos de farmacocinética, desarrollo preclínico de fármacos, estadística y biotecnología genética), e incluye casi 750 términos. Para su elaboración me he basado en numerosos textos y diccionarios,a aunque he reformulado la mayoría de las definiciones y he optado por añadir en ocasiones algún comentario personal a muchas de ellas. Carles Vallvé ha escrito el capítulo sobre Normas de Buena Práctica Clínica. Agradezco asimismo las precisones y comentarios de Eulalia Dalmau, Javier Jiménez, Josep Maria Castel y Xavier Vidal, así como los comentarios a versiones anteriores de Fernando Antezana y Jorleny Rojas. Eduard Diogène me sugirió la idea de la portada, El sueño de la razón produce monstruos, que Goya comentaba así: " La fantasía abandonada de la razón produce monstruos imposibles: unida con ella es madre de las artes y origen de sus marabillas" La 1ª edición de este libro, que fue promovida por Zeneca, tuvo una amplia difusión, en España y en América Latina. AstraZeneca me propuso preparar esta 2ª edición del mismo modo abierto que en ocasión de la primera; su actual Director Médico Ramón Estiarte me ha ayudado en la selección de términos para el Glosario. A él y al anterior Director Médico de Zeneca, Manuel Martín, agradezco su idea inicial, su estímulo y ayuda, y las facilidades que han dado para la difusión de este libro. Joan-Ramon Laporte. (shrink)

Many of us agree that we ought not to wrong future people, but there remains disagreement about which of our actions can wrong them. Can we wrong individuals whose lives are worth living by taking actions that result in their very existence? The problem of justifying an answer to this question has come to be known as the non-identity problem.[1] While the literature contains an array of strategies for solving the problem,[2] in this paper I will take what I call (...) the harm-based approach, and I will defend an account of harming—which I call the existence account of harming—that can vindicate this approach. -/- Roughly put, the harm-based approach holds that, by acting in ways that result in the existence of individuals whose lives are worth living, we can harm and thereby wrong those individuals. An initially plausible way to try to justify this approach is to endorse the non-comparative account of harming, which holds that an event harms an individual just in case it causes her to be in a bad state, such that the state’s badness does not derive from a comparison between that state and some alternative state that the individual would or could have been in. However, many philosophers argue that the non-comparative account of harming is inadequate,[3] and one might be tempted to infer from this that any harm-based approach to the non-identity problem will fail. My proposal, which I call the existence account of harming, will show that this inference is faulty: we can vindicate the harm-based approach without relying on the non-comparative account of harming. (shrink)

There are kinds of dialogue that support social justice and others that do the reverse. The kinds of dialogue that support social justice require that anger be bracketed and that hiding in safe spaces be eschewed. All illegitimate ad hominem/ad feminem attacks are ruled out from the get-go. No dialogical contribution can be down-graded on account of the communicator’s gender, race, or religion. As well, this communicative approach unapologetically privileges reason in full view of theories and strategies that might seek (...) to undermine reasoning as just another illegitimate form of power. On the more positive side, it is argued in this paper that social justice dialogue will be enhanced by a kind of “communicative upgrading,” which amplifies “person perception,” foregrounds the impersonal forces within our common social spaces rather than the “baddies” within, and orients the dialogical trajectory toward the future rather than the past. Finally, it is argued in this paper that educators have a pressing responsibility to guide their students through social justice dialogue so that their speech contributes to the amelioration of injustice, rather than rendering the terrain more treacherous. (shrink)

A complete theory of harming must have both a substantive component and a formal component. The substantive component, which Victor Tadros (2014) calls the “currency” of harm, tells us what I interfere with when I harm you. The formal component, which Tadros calls the “measure” of harm, tells us how the harm to you is related to my action. In this chapter I survey the literature on both the currency and the measure of harm. I argue that the currency of (...) harm is well-being and that the measure of harming is best captured by a causal account on which harming is causing a harm. A harm for you is the presence of something intrinsically bad for you or the absence of something intrinsically good for you. Thus, although a counterfactual account of the measure of harm need not distinguish between an harm and a harmful event, the causal account reserves the term ‘harm’, not for a harmful event, but only for its effect. Finally, I show how a complete theory of harming can help us to answer questions about whether we can harm people with speech, whether we can harm the dead, and how it is possible to harm future generations. (shrink)

There is a long standing controversy in education as to whether education ought to be teacher- or student- centered. Interestingly, this controversy parallels the parent- vs. child-centered theoretical swings with regard to good parenting. One obvious difference between the two poles is the mode of communication. “Authoritarian” teaching and parenting strategies focus on the need of those who have much to learn to “do as they are told,” i.e. the authority talks, the child listens. “Non-authoritarian” strategies are anchored in the (...) assumption that youngsters ought to be encouraged to develop their natural interests and talents and hence that it is important to allow the children to do the talking and that adults listen. Both strategies seemed flawed due to the absence of the inherent wisdom of its opposing view. This chasm can be overcome. The Community of Inquiry, a pedagogical method used in Philosophy for Children, demands a method of communication which is able to bridge this gap. A Community of Inquiry is neither teacher-centered and controlled nor student-centered and controlled, but centered on and controlled by the demands of truth. Truth is absolutely essential to this method; it is only because of progress toward truth that participants are ultimately convinced of the fruitfulness of the process. Truth, however, is a hard taskmaster; it places severe restrictions on participants and puts exacting demands on the facilitator. These inherent restrictions and demands are too often underplayed, overlooked and sometimes seemingly overtly denied by those who, quite correctly emphasize that ultimately this method depends on maintenance and enhancement of student autonomy. This underrating of the role of the facilitator has led to a severe undervaluing of this otherwise brilliant pedagogical method, but worse, it has left novice teacher/facilitators ill prepared to utilize this method successfully. (shrink)

According to various “harm-based” approaches to the non-identity problem, an action that brings a particular child into existence can also harm that child, even if his or her life is worth living. In the third chapter of The Non-Identity Problem and the Ethics of Future People, David Boonin surveys a variety of harm-based approaches and argues that none of them are successful. In this paper I argue that his objections to these various approaches do not impugn a harm-based approach that (...) Boonin does not consider, an approach I call the “existence solution to the non-identity problem.” I also argue that the existence solution is more plausible than Boonin’s own proposed solution. (shrink)

That the world is awash with resentment poses a genuine question for educators. Here, we will suggest that resentment can be better harnessed for good if we stop focusing on people and tribes and, instead, focus on systems: those invisible norms that often produce locked-in structures of social interaction. A “systems lens” is vast, so fixes will have to be an iterative process of reflection, and revision toward a more just system. Nonetheless, resentment toward the status quo may be an (...) important element in keeping that otherwise tedious process going, with the caveat that resentment is only productive when it is combined with reason, and that, therefore, educators, rather than privileging participant reactive attitudes, ought, instead, to promote participant reactive reasoning, as the latter can be a genuine force for both personal and interpersonal growth, while the former might very well do the reverse. (shrink)

There is a clear distinction between genuine and fraudulent reasoning. Being seduced by the latter can result in horrific consequences. This paper explores how we can arm ourselves, and others with the ability to recognize the difference between genuine and pseudo-reasoning, with the motivation to maintain an unbending commitment to follow the “impersonal” “norm-driven” rules of reason even in situations in which “non-reasonable” strategies appear to support short-term bests interests, and with the confidence that genuine reasoning is the best defense (...) against the pseudo-reasoning. It also provides a simple table of “markers” whereby genuine reasoning can be distinguished from the “fake stuff.”. (shrink)

This chapter defends a deontological approach to both the non-identity problem and what is referred to as the “inconsequentiality problem.” Both problems arise in cases where, although the actions of presently living people appear to have harmful consequences for future people, it is difficult to explain why there are moral reasons against such actions. The deontological response to both problems appeals to a distinction between causal and non-causal consequences. By acknowledging the moral importance of such a distinction, deontologists can vindicate (...) the judgment that, collectively and individually, we have harm-based reasons against bringing about bad consequences for future people. (shrink)

Whenever we communicate, we inevitably have to say one thing before another. This means introducing particularly subtle patterns of salience into our language. In this paper, I introduce ‘order-based salience patterns,’ referring to the ordering of syntactic contents where that ordering, pretheoretically, does not appear to be of consequence. For instance, if one is to describe a colourful scarf, it wouldn’t seem to matter if one were to say it is ‘orange and blue’ or ‘blue and orange.’ Despite their apparent (...) triviality, I argue that order-based salience patterns tend to make the content positioned first more salient – in the sense of attention-grabbing – in a way that can have surprising normative implications. Giving relative salience to gender differences over similarities, for instance, can result in the activation of cognitively accessible beliefs about gender differences. Where those beliefs are epistemically and/or ethically flawed, we can critique the salience pattern that led to them, providing an instrumental way of evaluating those patterns. I suggest that order-based salience patterns can also be evaluated on constitutive grounds; talking about gender differences before similarities might constitute a subtle form of bias. Finally, I reflect on how the apparent triviality of order-based salience patterns in language gives them an insidious strength. (shrink)

In this paper I offer a selective, systematic rather than historical account of Merleau-Ponty’s highly complex relation to classical German philosophy, focussing on issues which bear on the question of his relation to transcendentalism and naturalism. I argue that the concerns which define his project in Phenomenology of Perception are fundamentally those of transcendental philosophy, and that Merleau-Ponty’s disagreements with Kant, and the position he arrives at in The Visible and the Invisible, are helpfully viewed in light of issues which (...) Merleau-Ponty identifies as raised by Kant’s Critique of the Power of Judgement, and Schelling’s conversion of Kantian idealism into a Real-Idealismus. Finally I address the question of whether, and on what basis, Merleau-Ponty’s claim to have surpassed systematic philosophy can be defended. (shrink)

Consider a terrible situation that too many women find themselves in: 85,000 women are raped in England and Wales alone every year. Many of these women do not bring their cases to trial. There are multiple reasons that they might not want to testify in the courts. The incredibly low conviction rate is one. Another reason, however, might be that these women do not want the fact that they were raped to become the most salient thing about them. More specifically, (...) they do not want it to be the thing that others attend to the most—that others find most noticeable and memorable. In this paper, I introduce the notion of ‘harmful salience perspectives’ to help to explain this and related phenomena. This refers either to attention on things that should not be salient, or not enough attention on things that deserve to be made salient. Following ideas within the feminist literature on objectification, I argue that we can be harmed when aspects of our identity that do not reflect our personhood—our agency, rationality, personality, and so on—are more prominent in the minds of others than aspects that do reflect our personhood. Crucially, these ways of attending do not need to implicate false beliefs and harmful ideologies to be harmful, but can be harmful in their own right. (shrink)

The use of evidence to resolve uncertainties is key to many endeavours, most conspicuously science and law. Despite this, the logic of uncertainty is seldom taught explicitly, and often seems misunderstood. Traditional educational practice even fails to encourage students to identify uncertainty when they express knowledge, though mark schemes that reward the identification of reliable and uncertain responses have long been shown to encourage more insightful understanding. In our information-rich society the ability to identify uncertainty is often more important than (...) the possession of knowledge itself. In both science and law there are fundamentally different kinds of uncertainty at issue. There is uncertainty whether a particular hypothesis is correct, and there is uncertainty about observable data that may be generated if a particular hypothesis is correct. Both are expressed in terms of probabilities. Each has its own domain of application and its own logic, but the inter-relationship is complex and sometimes misunderstood. Hypothesis probabilities are always open to error through possible failure to take account of realistic alternatives, while the proper inferences that can be drawn from data probabilities (often in the context of significance testing) are quite limited and easily over-interpreted. When considering these two kinds of probability in a court of law it is possible to interpret the phrase 'reasonable doubt' in different ways. It can be seen as addressing data uncertainty: whether such incriminating evidence might with reasonable probability arise to confront an innocent person. Or (the more conventional view) it can be seen as some sort of threshold level on the probability that the defendant is guilty (a hypothesis probability). Each typically involves elements of subjective judgement, but fewer issues and uncertainties arise when considering the data probability and it is argued that this is often the more critical and proper issue for a jury to address. This has particular repercussions for cases involving identification of a suspect through trawl of a DNA or other database. (shrink)

One notable component to look at in the teaching-learning process is the way the subject is taught because one way or another, students are greatly affected by it. Viewing students’ perspectives on the use of the different teaching methods, this study determined the frequency of use of these teaching methods and their level of satisfaction. Through a systematic investigation, the findings from a critical questionnaire administered to first-year BS Hospitality Management college students at Ifugao State University were analyzed and summarized. (...) The frequency of use of the indicated instructional strategies was shown to have a significant relationship with student satisfaction in this study. Furthermore, the data reveal a substantial difference in student satisfaction with instructional approaches utilized before and during the pandemic. Students, on the other hand, prefer the teaching techniques employed before the outbreak to those utilized during the pandemic. (shrink)

There are kinds of dialogue that support social justice and others that do the reverse. The kinds of dialogue that supports social justice requires that anger be bracketed and that hiding in safe spaces be eschewed. All illegitimate ad hominem/ad feminem attacks are ruled out from the get-go. No dialogical contribution can be down-graded on account of the communicator’s gender, race, or religion. As well, this social justice communicative approach unapologetically privileges reason in full view of theories and strategies that (...) might seek to undermine reasoning as just another illegitimate form of power. -/- On the more positive side, we will argue that social justice dialogue will enhanced by a kind of “communicative upgrading” that amplifies “person perception,” foregrounds the impersonal forces within our common social spaces rather than the “baddies” within, and orients the dialogical trajectory toward the future rather than the past. Finally, we will argue that educators have a pressing responsibility to guide their students through social justice dialogue so that their contributions contribute to the amelioration of injustice, rather than rendering the terrain more treacherous. (shrink)

Given that one of the major goals of the practice of Philosophy for Children (P4C) is the development of critical thinking skills (Sharp 1987/2018, pp. 4 6), an urgent question that emerged for one of the authors, who is of Chinese Heritage and a novice practitioner at a P4C summer camp was whether this emphasis on critical thinking might make this practice incompatible with the fabric of Chinese culture. Filial piety (孝), which requires respect for one’s parents, elders, and ancestors (...) is considered an important virtue in Asian culture, as is the preservation of harmony. But if one of the goals of P4C is to teach youngsters to courageously pursue reasoned dialogue, does this not set-up young Asians for serious conflict when they come face-to-face with positions that are articulated by elders, but which are ones to which they are diametrically opposed; a racist grandmother, for instance, or an uncle who insists that those at the Tiananmen Square uprising were nothing but hooligan’s. It is this question that we will explore in this presentation. In the process, we will come to the conclusion that, when positions seem irreconcilable, rather than continuing to pursue rigorous critical interchange that may do little other than escalate insult, the facilitator, rather, ought to move toward creating a deeper understanding of each position juxtaposed against its opposing view (a process that we refer to as ‘collaborative caring’), so as to produce side-by-side understanding, knowing that communal bonds have been maintained and, hence, that the opportunity for genuine reasoned collaborative inquiry on other issues and at future times remains open. (shrink)

This paper argues that juridification has become the enemy of legality. By 'juridification' is meant the proliferation of legal norms and legally recognized norms. By legality is meant conformity with the ideal of the rule of law. The paper begins with the most obvious ways in which juridification threatens legality. Too much law makes the law on any subject hard to discover, hard to remember, and hard to follow. It also makes us too dependent on the discretion of petty officials, (...) who are therefore not sufficiently constrained by law. But the paper looks beyond the discretion of petty officials and argues that, in a way, the biggest threat to legality of our age comes from the proliferation of contractual norms, and the increasing diversion of contractual dispute-resolution into arbitration (and other ADR processes). The paper argues that those who rely on the law to recognise contracts should be subjected to an non-excludable jurisdiction of the courts in respect of all questions of law arising under those contracts, including their proper legal meaning. A compulsory arbitration clause, in other words, should be valid only subject to extensive judicial review of the arbitrator’s decisions. It is argued that contractual arbitration (and other ADR) that does not meet this condition is free-riding on the work of courts and professional lawyers, and should be regarded as antisocial – and that this is true even when it does more perfect justice between the parties. (shrink)

Though Jana Mohr Lone refers to children’s striving to wonder, to question, to figure out how the world works and where they fit as the “philosophical self,” like its parent discipline, it could be argued that the philosophical self is actually the “parent self,”—the wellspring of all the other aspects of personhood that we traditionally parse out, e.g., the intellectual, moral, social, and emotional selves. If that is the case, then to be blind to “The Philosophical Child,” the latter being (...) the title of Jana Mohr Lone’s book, is, in a sense then, to be blind to the child. Thus, though Mohr Lone says that the subject of her book is to assist parents in supporting the development of children’s philosophical selves, that claim may mask the gift that this lovely book can bring to the parent-child relationship if it is interpreted as helping children to become “smarty pants” in the sense of acquiring esoteric skills to excel in the ivory-tower discipline of academic philosophy. This is not the focus of this book. This is not an invitation to learn about the history of philosophy— about what some wise, usually white, usually men said about the fundamental questions that intrigue all humans. This is not an invitation to memorize and thus to sit in awe of what others think —as is too often the case in university classrooms. This book, rather, is a guide to how to actually philosophize—how to use questions to energetically and courageously make progress toward finding answers that one, through reflection, comes to believe are the best, given the reasons and evidence available. And to the degree that we and our children are successful, we give ourselves and our children the gift of continuously learning to become ever wiser. (shrink)

Marshalling a mind-numbing array of data, Harvard political scientist Robert D. Putnam, in his book Bowling Alone, shows that on virtually every conceivable measure, civic participation, or what he refers to as “social capital,” is plummeting to levels not seen for almost 100 years. And we should care, Putnam argues, because connectivity is directly related to both individual and social wellbeing on a wide variety of measures. On the other hand, social capital of the “bonding kind” brings with it the (...) ugly side effect of animosity toward outsiders. Given the increasing heterogeneity of our world, the goal therefore must be to enhance connectivity of the “bridging sort,” i.e., connecting across differences. This, in turn, requires that we first clarify what bridging communicative styles looks like. Examining communication as it might transpire in Kant’s kingdom of ends, through the perspective of Habermas’ “communicative action,” and within the scientific community, offers a compelling suggestion that there is a way of communicating such that, if adopted, one would come to view others as if they were persons, i.e., that a bridging communicative style facilitates a kind of bonding that sees through differences toward the commonality of personhood. This paper will briefly explore how communicating toward personhood might be promoted. (shrink)

There is an unacknowledged disagreement on what kind of dialogue best supports democracy. Many view democracy as analogous to a law court and so view “democratic dialogue” as a contest between competing advocates who have acquired the kind of “steel trap” critical thinking skills that are ideal for winning in the external marketplace of ideas. Others assume that the propensity to seriously reflect on opposing viewpoints within the minds of individuals is ideal for democratic maintenance. It will be argued here (...) that our love affair with “critical thinking” that tends to support an external battle of ideas harms democracy. It will be argued that the complexity of our common humanity, the complexity of our form of governance, the complexity of the approaches needed to face wicked problems, and the complexity of the internal engine of personal development requires that we learn to readily engage in open truth-seeking dialogue with those who hold opposing viewpoints and in so doing, enhance the dimensionality through which we view the world. With regard to the educational implications, this suggests that, since engaging in dialogue across difference is the essence of the pedagogical framework that anchors Philosophy for Children, Philosophy for Children ought to be embraced as an essential component of any educational enterprise that views cultivating democratic citizenship as part of its mandate. (shrink)

Philosophy has a dirty little secret and it is this: a whole lot of philosophers have swallowed the mechanistic billiard ball deterministic view of human action—presumably because philosophy assumes that science demands it, and/or because modern attempts to articulate in what free will consists seem incoherent. This below-the-surface-purely-academic commitment to mechanistic determinism is a dirty little secret because an honest public commitment would render virtually all that is taught in philosophy departments incomprehensible. Can “lovers of wisdom” really continue to tolerate (...) such a heavy burden of hypocrisy? For it is maximally hypocritical, is it not, to teach ethics, or existentialism, or political philosophy, or critical thinking, or indeed to teach anything at all if one views the bodies of humans as entities determined by forces that are describable entirely under the auspices of physical/chemical laws. The only option, it would seem, to avoid such hypocrisy is to go out of business. After all, either base metal can be turned into gold, or it cannot. We found out long ago that it cannot, and so alchemy was rightly banished into the dustbin of history. Likewise, either philosophy can enhance the wisdom quotient of its disciples as its name implies, and thus override billiard ball mechanics, or it cannot. And if it cannot, it deserves to follow alchemy to an ignominious end. (shrink)

Though central to metaphysics, and exciting for entertainment, the fact that selves are invisible, has received insufficient attention in the field of P4C, and virtually none in the field of education in general. This may not be surprising as the enthusiasm to enrich “minds” both with essential information as well as with critical, creative, and cooperative inquiry skills, may blind educators to the fact that their initiatives (even those that are dialogical) may not touch how children view themselves, nor how (...) they ought to function in the world as they find it. It will be argued here that, if ethical development, or democratic citizenship, or authenticity, or any other “self-education” initiative is on the educative menu, strategies (detailed here) must be undertaken to ensure that all parties are truly present, in body, mind and self. It will be further argued that since educating selves can be done at the same time as educating minds (e.g., nurturing reasoning skills), and since a Community of Philosophical Inquiry (unlike other educational strategies), in its dialogical structure, has the unique potential to solicit and hence educate selves, and since such “self-education” is an education for “making a life,” rather than the more common educative concern of educating for “making a living,” facilitators who do not activate the unique power of a CPI to enhance personhood are remiss in their responsibility to their charges. (shrink)

Dedication: I would like to dedicate this essay to Mort Morehouse, whose intelligence, warmth, and good humour sustains NAACI to this day. I would like, too, to dedicate this essay to Nadia Kennedy who, in her paper “Respecting the Complexity of CI,” suggests that respect for the rich non-reductive emergent memories and understandings that evolve out of participating in the sort of complex communicative interactions that we experienced at the 2012 NAACI conference requires “a turning around and looking back so (...) that we might understand it better.” Thus, though “we cannot grasp the essence of the system in some determinate way, since each description provides a limited view, and portrays some aspect of the system from a specific position inside or outside it, and at a specific point in time,” nonetheless respect requires that we try “to take different ‘snapshots’ of such systems and attempt to make sense of them.” It is as a result of this urging that the following snapshot was attempted. My thanks to Nadia for being such an inspiration, and to all the participants for making this conference such a memorable occasion. (shrink)

This is a transcript of a conversation between P F Strawson and Gareth Evans in 1973, filmed for The Open University. Under the title 'Truth', Strawson and Evans discuss the question as to whether the distinction between genuinely fact-stating uses of language and other uses can be grounded on a theory of truth, especially a 'thin' notion of truth in the tradition of F P Ramsey.

If you cannot, then you ought not. Taking its own precepts seriously, philosophy, in the face of scientific deterministic success, has abandoned its original calling of inspiring munificence and, in doing so, has undercut much of its own relevance. But this need not be the case. If we adopt a more finely grained set of theoretical glasses, we will see that human freedom is simply the icing on a deterministic layer cake that launches entities, both phylogenetically and ontogenetically, from the (...) object base, through consciousness, and then through self-consciousness, and finally to the possibility of reasonably based self-legislation. Greasing the wheels of the last step is Philosophy’s calling and responsibility. We can—and we ought because we can—fall inline with the Socratic echo, and agitate for munificence. (shrink)

In this dissertation, I explicate some of the moral duties we have to future humans. I defend the view that (DV1) we have pro tanto duties of nonmaleficence and beneficence to and regarding at least some future humans; (DV2) in the present circumstances, this duty of nonmaleficence grounds reasons for us to refrain from damaging certain features of the natural environment; and (DV3) in the present circumstances, this duty of beneficence grounds reasons for at least some of us to bring (...) future humans into existence. I refer to the view consisting of (DV1) - (DV3) as the Duties to Future Humans View (DV). In defense of DV1, I argue that future humans have moral standing, and that their having moral standing is sufficient for our having pro tanto duties of nonmaleficence and beneficence to and regarding them. I take a duty of nonmaleficence to be a duty to refrain from harming and a duty of beneficence to be a duty to benefit. In defense of DV2, I argue that increases in the concentration of carbon dioxide in the atmosphere and numerous species extinctions are harms for future humans. In defense of DV3, I argue that having a life worth living is a benefit to the person who lives that life. One objection to DV is the non-identity problem. In response, I defend substantive accounts of harming and benefiting. The account of harming holds that for any individual having moral standing, S, and any state of affairs, A, (1) A is a harm for S just in case if it were true that both S existed and A did not obtain, then S would have a higher level of lifetime well-being; (2) an action or event harms S just in case it causes a harm for S to obtain; (3) other things being equal, the reason against harming S is stronger, the more similar the world would be if A did not obtain. I argue for a similar account of benefiting. I also argue for a metaphysical distinction between causes and mere conditions. (shrink)

In the face of disobedience, and in the name of the short-term goal of a smooth-functioning and/or happy household, parents often feel caught between two diametrically opposed parenting strategies; make it happen or let it go. However, either strategy of dictator or friend can seriously jeopardize a child’s long-term best interests. If children, adolescents, young adults, full adults or oldsters are even to hear, let alone reasonably answer, the prudential and ethical “whys” that their intended actions scream, they will need (...) to attend to health of their unique human capacity to reason. They will need to understand deeply that reason is not a capacity to be used solely in academic endeavors and/or for making a living, but rather that reason’s prime function is to assist in making the best of all possible lives. If parents want their children to understand this, then they need to walk the talk and invite reason into their homes. The result will be that authoritarian parents will need to let go, while “parents as friends” will need to belly up to the bar, in order to entrench the first rule of a reasonable household and that is that the best reason always wins. (shrink)

The tragedy of the commons is a primary contributing factor in ensuring that humanity makes no serious inroads in averting climate change. As a recent Canadian politician pointed out, we could shut down the Canadian economy tomorrow, and it would make no measurable difference in global greenhouse gas emissions. When coordinated effort is required, it would seem that doing the “right thing” alone is irrational: it will harm oneself with no positive consequences as a result. Such is the tragedy. And (...) that is the challenge that we take up here. Though Garrett Hardin suggests that the solution is a governmental process that rules over all contenders, since a world government seems unlikely before the planet hits the tippy point, we suggest an educational initiative instead: one that holds a mirror up to the behaviour of individuals, rather than to the behaviour of individuals in groups. Such an educational initiative would be focused on priming individuals to keep constant track of what they do as individuals as opposed to focusing on the behaviour of humanity in general. Such an educational initiative would focus on tackling the “problem solvers” rather than just “the problem”. (shrink)